El matrimonio no funcionó, pero si usted tiene un negocio con su cónyuge, averiguar qué hacer con ese activo vital es complicado.

Implicados
El divorcio puede ser una situación complicada para casi todos los implicados, y añadir una empresa familiar a la mezcla no facilita las cosas, especialmente cuando dos copropietarios se separan.
Por razones obvias, el divorcio no siempre es lo más importante para las parejas que emprenden un negocio juntas. Al fin y al cabo, cuando uno está inmerso en la emoción de lanzar su propia empresa y ver cómo su duro trabajo cobra vida, lo último que quiere planificar es la posibilidad de que se acabe. Pero una parte de la creación y la propiedad de un negocio de éxito consiste en planificar lo inesperado, incluidos los grandes cambios personales y empresariales que puede traer el divorcio.
Entonces, ¿cómo se puede navegar por el proceso y salir del otro lado con sus activos y su situación financiera intactos? Hay tres métodos para manejar esta situación, pero cada uno tiene sus propios pros y contras. He aquí un rápido desglose:
Seguir siendo dueños del negocio juntos. Para algunas personas, la idea de ser copropietarios de un negocio con un ex cónyuge puede no ser ideal. Pero para otros, el acuerdo puede funcionar. Si cree que usted y su ex-cónyuge pueden trabajar bien juntos y seguir dirigiendo el negocio, incluso después de que el divorcio sea definitivo, entonces esta puede ser la mejor opción para usted.
Propietarios
Seguir siendo propietarios del negocio juntos tiene algunas ventajas: por un lado, ambos conservan su participación en el negocio, lo que significa que ni usted ni su cónyuge tienen que vender sus respectivas porciones. Otra ventaja de la copropiedad es que no hay necesidad de valorar la empresa, lo que puede ser un proceso excepcionalmente caro, dependiendo de las complejidades únicas de su negocio.
Por otro lado, tomar esta vía también significa que tendrá que mantenerse en estrecho contacto con su ex cónyuge para mantener una buena relación de trabajo y confiar en que hará lo mejor para el negocio. La copropiedad no funcionará si no puede mantener una relación comercial amistosa. Si esto no es una posibilidad para usted, entonces puede considerar las siguientes opciones cuando decida el futuro de su negocio.
Comprar la mitad del negocio de su ex-cónyuge. Su negocio es un activo más que pertenece a ambos, por lo que va a ser tratado de la misma manera desde una perspectiva legal y financiera. Si no vas a seguir compartiendo el negocio con tu ex-cónyuge, entonces hay que dividirlo para que cada uno reciba su parte justa.
Para empezar, tendrá que contratar a un tasador de empresas para que realice una valoración de su empresa. Como se ha mencionado anteriormente, este es un proceso costoso, pero puede ayudar a ahorrar dinero contratando a un tasador para que realice la valoración. De este modo, puede dividir el coste de la valoración con su cónyuge, en lugar de dividirlo y contratar a distintos tasadores para completar el proceso (lo que puede duplicar el precio).

Una vez finalizada la valoración, puede comprar la mitad de la empresa de su ex cónyuge (o viceversa, dependiendo de su situación particular), o puede utilizar otros activos para un intercambio equitativo. Si tanto usted como su ex-cónyuge quieren seguir participando en el negocio, esta situación puede ser particularmente difícil; sin embargo, si usted está más invertido en el negocio que su ex-cónyuge (o viceversa), debería ser bastante fácil para usted determinar cuál de ustedes comprará al otro. Si usted es el cónyuge que quiere quedarse con el negocio, ahora es todo suyo.
Fondos
Por desgracia, ten en cuenta que también tendrás que acumular los fondos para comprar la otra mitad a tu ex, a menos que sacrifiques otro activo por el negocio. Si usted es el cónyuge que no está interesado en quedarse con el negocio, ahora tiene mucho más dinero (o activos) en su bolsillo, debido a la compra de su ex-cónyuge.
Vender el negocio. La última opción es bastante sencilla: vender la empresa y repartir los beneficios con su ex cónyuge. Si opta por esta opción, los dos deberían contratar a un tasador para que realice una valoración de su negocio y así poder determinar un precio de venta adecuado. Suponiendo que su negocio se venda rápidamente, entonces ambos tendrán dinero para hacer lo que les plazca – incluso pueden utilizarlo para iniciar su propio negocio. Desgraciadamente, si su negocio está en el mercado más tiempo del esperado, entonces estará atrapado trabajando con su ex durante un poco más de tiempo.
Sea cual sea el camino que elijas a la hora de determinar el futuro de tu negocio, es crucial que te asegures de contratar a un equipo de profesionales cualificados que te ayuden a facilitar el proceso, incluyendo un abogado, un contable y un asesor financiero. Por muy bien que vayan los trámites, los efectos emocionales y financieros del divorcio pueden ser difíciles de gestionar. Si cuenta con un equipo de confianza que trabaje en su beneficio, podrá seguir adelante con su vida y emprender su próxima aventura con confianza.